Reino de Granada

La meteórica difusión del Islam en el siglo VII se propone tan confusa como improbable, presumiéndola irrealizable en un plazo de tiempo tan corto, tan solo 80 años después de la muerte del Profeta Mahoma, sobre un territorio a 5000 km de distancia, en una época sin imprenta, con el libro sagrado del Corán aun en desarrollo y sobre una población en la que las creencias religiosas estaban perfectamente asentadas.
 
De igual forma en relación a algunos datos particulares relacionados con la histórica ciudad de Granada, se hacen notorias diversas contrariedades respecto de esa invasión peninsular del año 711, señalando hacia la interpretación de un planteamiento completamente distinto, contrario al habitualmente conocido. En este caso debemos considerar que la población se estableciera en tan solo 15 años en casi la totalidad del territorio peninsular debiendo suponer se realizó de forma pacífica y acordada al no encontrar durante la mencionada invasión ninguna oposición por parte de la guerrera nobleza visigoda.
 
Posiblemente como indicio que se trataba de gente seguidora y practicante de algún tipo de culto cristiano. Un culto que debía estar en consonancia con la denominada doctrina arriana practicada por determinada nobleza visigoda, pero completamente diferenciado y enfrentado al credo católico del sacro imperio romano-germánico. En consecuencia y contrariamente a como se acostumbra entender, se trataría de un grupo humano sin relación alguna con la religión musulmana. Un argumento que explicaría con lógica la fusión cultural de ambos pueblos representada en su arquitectura por toda la geografía. Veamos algunos de los fundamentos…
 
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